12/15/2012

Pornografía emocional en FB



Hoy, 15 de diciembre, hubiera sido el cumpleaños de mi mamá. No lo fue porque le pasó eso que le sucede a todos los seres humanos en algún momento de sus vidas: se murió. Hoy me desperté temprano pensando en ella. Me puse a escuchar Seria fantàstic de Joan Manuel Serrat, un músico que siempre estará relacionado para mí con ella. Como todas las mamás, ella era fanática de Serrat. En el último año de su vida, me acuerdo que un día le mandé un mensajito contándole que estaba disfrutando escuchando algún músico que a ella le gustaba que ahora no recuerdo cuál era. Podría haber sido Frank Sinatra o Cole Porter o Nat Cole. Sí me acuerdo de su respuesta: siempre estaremos juntas a través de la música. También me acuerdo que cuando recibí ese mensaje me puse a llorar. Me emocionó. Y me enojé un poco, porque dije para mis adentros: mierda, le estoy contando que estoy contenta y me manda una contestación sentimental y lacrimógena. Pero así son las madres. O así somos los hijos.

Después me dieron ganas de subir al FB el video de la canción de Serrat. Primero pensé hacerlo sin ninguna explicación. Algunos entenderían en qué estaba pensado y otros dirían: ah, está escuchando Serrat. Después pensé en poner alguna clase de frase explicando por qué ponía ese video. Pero, en general, me resulta extraño cuando la gente pone cosas tan personales en FB. No tengo nada en contra de la pornografía emocional amateur, pero nunca la practiqué. Y me quedé pensando. Hice una clasificación bastante graciosa de los pornógrafos emocionales del FB, que, ahora mismo, no me dan ganas de escribir. La dejo para algún próximo post.

Una de las maneras principales que yo tengo de relacionarme con la gente es a través de los libros, la música, las películas, las series. Cualquier fanático de Larry David es un poco amigo mío, o, como mínimo, tiene puntos para serlo. Puede que no sea muy maduro o muy normal, pero es así. Y es de esta forma también como la gente deja recuerdos en mí. Por eso debe ser que las anécdotas que me vienen a la cabeza en este momento tienen que ver con el sonido del disco Serrat en vivo en el tocadiscos de mi casa. O los de Mina o Julio Sosa. O las series Petroccelli o Los vengadores. Una de mis preferidas es cuando a los nueve años me hizo ver Psicosis y durante mucho tiempo yo iba haciéndole el chiste de: soy incapaz de matar una mosca. Amaba a Hitchcock. También a Cary Grant y Gregory Peck. Y de Audrey Hepburn. Hoy, 15 de diciembre, ver a esos actores o escuchar esas canciones es una manera muy linda de seguir estando juntas.