12/18/2010

Relaciones peligrosas

Mientras miraba Luther (intento escribir algo sobre esta serie, pero no logro hacerlo sin llenar el texto de espoilers) me acordé de una pregunta que yo me hacía, hace algo más de un año, sobre Relaciones peligrosas. Resulta que tuve que volver a ver la película por un trabajo que estaba haciendo y, además del análisis que pensé, me surgió una duda que no pude responder. (Aclaro que la asociación es muuuy libre, y que tiene que ver con lo estructural de los personajes, y no con la trama, ni las características más evidentes)

Relaciones peligrosas es una novela francesa del siglo XVIII y su versión en cine más conocida es la de Stephen Frears con Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer. La historia va (simplificando muchísimo y solo a efectos de entender la pregunta que voy a contar) de una marquesa y un vizconde que se desafían mutuamente a cometer "hazañas sexuales". En una vuelta, la marquesa lo desafía a levantarse a una señora digna y virtuosa y, si él logra eso, a cambio la marquesa se le entregará. Él acepta. Pero, en esos jueguitos, parece que el vizconde se termina "enamorando" de la señora decente, honrada y buena, que, por su parte, se resiste, se resiste, se resiste, hasta que... deja de resistirse.

Toda persona que me conoce (o que haya leído el blog anterior) sabe que uno de los temas que más me obsesiona es la representación del amor en las ficciones. Así que no es extraño que al finalizar la película me haya surgido un interrogante al respecto.
¿De quién estaba enamorado realmente el Vizconde de Valmont?, ¿de la Marquesa de Mertuil o de Madame de Tourvel?

Le hice esta pregunta a la persona que la vio conmigo en aquella opotunidad, que, sin dudarlo un instante, dijo: de Michelle Pfeiffer. Es verdad, es una buena primera respuesta, pero hay algo que no me termina de convencer.

¿Quién es el verdadero amor del Vizconde de Valmont? Pienso algunas alternativas:
· ninguna de las dos, porque el Vizconde solo se amaba a sí mismo.
· las dos, porque en definitiva (como lo muestra toda ficción con triángulo amoroso) el amor solo se completa cuando es de a tres.
· no existe el verdadero amor.

Las cuatro respuestas anteriores (la racional y más evidente: Michelle Pfeiffer; la más inocente que piensa que el amor no es egoísta: a ninguna de las dos; la más enroscada y/o edípica: el amor es siempre de a tres; la más cínica: no existe el amor verdadero) tienen algo de verdad. Pero no alcanza.

Entonces, ¿quién es el verdadero amor del Vizconde de Valmont? ¿La que lo rechaza en sus miserias, pero se confunde y se deja engañar, y lo ama solo cuando parece ver lo bueno de él? ¿O la que lo desafía y lo ama en sus miserias y le muestra un costado oscuro pero verdadero de su ser?

(¿En qué espejo preferís mirarte? ¿En el que te muestra bonito/a o en el que te muestra como sos?)

Todavía no tengo una respuesta. Yo, si fuera el Vizconde de Valmont, sé a quién elegiría, pero eso no significa que tenga una respuesta. Supongo que cada uno (en el mejor de los casos) elegirá en función de lo que quiera para su vida y de la educación sentimental que haya recibido. Todas funcionan. Por eso, una vez más, que cada uno encuentre la que mejor le quede.

3 comentarios:

  1. Y... el espejo que me muestra bonita, es muy tentador, pero dura muy poquito. Así que prefiero el que me muestra tal como soy, que dura mas, y tratar de ser lo más bonita posible.

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  2. Leyendo la novela será distinto, pero al ver la película, no hay suspensión de incredulidad que valga para imaginarse que alguien pueda amar a un personaje interpretado por Glenn Close.

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